El miércoles 9 de agosto en la Sala Colorada del Centro de Extensión de la Universidad Católica, llevamos a cabo el conversatorio «Cárcel y Dictadura» que organizamos junto al equipo del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia, Viodemos.
En la ocasión nuestra Directora Ejecutiva, Catalina Droppelmann comentó que «un espacio pertinente para hacer memoria es la cárcel, porque allí se violan sistemáticamente los derechos humanos y la memoria busca detener esto. Por eso, es tremendamente necesario reflexionar sobre lo que pasó en las cárceles públicas durante la dictadura».
El Director Alterno de Viodemos, Ángel Aedo, comentó al comenzar que «es un panel excepcional que combina trayectorias por la defensa de los derechos humanos y trabajo dentro del sistema penitenciario. Esfuerzos como este permiten iluminar opacidades de nuestro pasado para luchar contra la indiferencia ante los crímenes de nuestra historia».
El panel
El conversatorio fue moderado por la periodista de investigación Paulina de Allende – Salazar y participaron Fanny Pollarolo, Luciano Fouilloux, Claudio Martínez y Cristian Alveal.
«Hemos perdido la capacidad de reencontrarnos conversando. Por lo mismo, la invitación es conocer estas experiencias. Aquí tenemos a personajes que tuvieron valentía, pese a los riesgos, el miedo, de acompañar a chilenos/as que sufrieron tanto», comenzó diciendo Paulina.
Sobre su experiencia como presa política, la actual vicepresidenta del Partido Socialista de Chile, Fanny Pollarolo comentó que «la convivencia en los centros de mujeres era muy reparatoria. Conversábamos, nos protegíamos. Era una experiencia muy fuerte. Las presas políticas venían saliendo de harto tiempo detenidas, muchas de ellas de la DINA, donde no estaba claro si iban a vivir o no. Esta historia al que muchas de ellas no querían volver a ponerle palabras, pasaba a ser ‘sintámonos bien juntas, cuidemos de nuestros niños’. La cárcel pública era un lugar que todavía, a pesar de privar la libertad, era casi lo mejor que podía pasarles en ese momento».
El abogado de Derechos Humanos, participante de la Vicaría de la Solidaridad, ex subsecretario de Carabineros, Luciano Fouilloux, comentó que «el concepto ‘cárcel’ se asocia a la pérdida de libertad por la condición de delitos comunes. Pero cuando estas cárceles son centros de detención por razones políticas, que no tienen que ver con estos delitos, hubo miles de detenidos. La cárcel pública fue uno de los centros de detención, quizás el de mayor resguardo. Pero en Chile tuvimos casas de detención, clínicas, fundos, centros deportivos, universidades, liceos, colegios, hospitales, estaciones de bomberos, de trenes, instituciones de uniformados, entre otros».
Claudio Martinez, arquitecto y ex director de Gendarmería «durante esa época, no es que hubiera un privilegio hacia líderes políticos en las cárceles públicas, pero se ‘protegían’ porque ya no era sólo una resistencia callejera, sino también de una resistencia política. En las cárceles públicas, de alguna manera, quedaba un registro de las personas que eran ingresadas, lo cual no pasaba en los lugares clandestinos. Era como una suerte de garantía. Nosotros como funcionarios éramos súper vigilados».
A su vez, el ex director de Gendarmería, Cristian Alveal explicó que «la cárcel es solo recordada cuando hay motines o fugas. A nadie le interesa saber de la cárcel ni los privados de libertad. Pero de todos los centros que se han nombrado, ¿cuántos estuvieron organizados por Gendarmería? Ninguno».