En extensa entrevista transmitida ayer en vivo por EMOL TV, nuestra Directora Ejecutiva, Catalina Droppelmann hizo un análisis de las condiciones carcelarias en Chile.

Al ser consultada por el uso de la libertad condicional explicó que «es una herramienta que requiere ciertas modificaciones, pero esas modificaciones debieran orientarse en torno a su mejora, a establecer mecanismos estandarizados, a establecer mejores modelos de toma de decisiones, pero no a la restricción. Siempre van a haber algunos casos emblemáticos que obviamente reinciden tras la libertad condicional. La conducta humana es imposible de predecir. Pero como sistema, lo que nos está mostrando la realidad actual a través del hacinamiento que estamos teniendo, es que la libertad condicional tiene que seguir autorizándose y debe aumentar su uso»

A raíz de las declaraciones del Ministro de Justicia en el seminario de Chile 21, sobre el alto nivel de ocupación de los recintos actuales, Catalina comentó que «las cárceles más grandes son las que tienden a hacinarse más porque existen más posibilidades de habilitar espacios que no están necesariamente diseñados para alojamiento de las personas. Las cárceles más chicas tienden a hacinarse menos porque no hay literalmente dónde poner a más personas. Esto genera consecuencias tremendamente negativas desde el punto de vista de los derechos humanos, porque obviamente afecta condiciones mínimas de salubridad, pero por otro lado, también afecta obviamente la convivencia y la capacidad de Gendarmería de poder mantener el orden».

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