El martes 21 de noviembre, se realizó el seminario Encarcelamiento Femenino y Ley de Drogas: Una reforma necesaria, organizado por la Fundación Mujer Levántate, organización presidida por la hermana Nelly León y donde participaron como panelistas nuestra Directora Ejecutiva, Catalina Droppelmann y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero Vega.

El encuentro que contó con la presencia del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, y la moderacion del periodista, Amaro Gómez, tocó en profundidad el encarcelamiento femenino y la ley de drogas.

Para comenzar, la hermana Nelly explicó que «cuando una conoce a las mujeres, sus historias, sus dramas… una no justifica el delito, pero hay mujeres que están en microtrafico porque tienen que comer. La brecha social en Chile es tan profunda que generamos cada vez más pobreza y esta pobreza, muchas veces, va a asociada a los pequeños delitos para poder vivir».

«Los seres humanos tienen asociado el castigo al dolor. La privación de libertad también implica una serie de dolores asociados al encarcelamiento», comentó Catalina Droppelmann. «Respecto al encarcelamiento de mujeres por delitos relacionados con el tráfico de drogas, hay varios factores. Uno de ellos es el aumento en la presencia del crimen organizado en Chile, eso hace que exista mayor mercado y crezca la cooptación de mujeres que por su exclusión social, la falta de oportunidades, ausencia total del mundo laboral, entonces sea muy fácil ser llamadas para participar en este mercado. Otro elemento tiene que ver con la ola migratoria y eso se asociado a mayores posibilidades de mercado ilícito. Y un tercer elemento, que a veces está invisibilizado, es que los delitos de Ley de drogas, le brindan a las mujeres una oportunidad importante de emancipación. En el caso de las mujeres hay veces que les dan la oportunidad de independizarse de relaciones violentas, cumplir su rol de madres al proveerles a sus hijos bienes que de otra manera no podrían y les facilita el compatibilizar las tareas de crianza. Muchas mujeres pueden vender drogas y mantenerse cuidando a sus hijos y no darlo a otras personas. Por lo tanto, desde el punto de vista de género, hay una serie de características que pueden estar asociadas al aumento de este tipo de delitos en el último tiempo».

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