Especial 8M || Consuelo Contreras (INDH): «Sigue habiendo resistencia a los cambios que se deben impulsar»

Mar 15, 2023

Consuelo Contreras Largo, es Trabajadora Social de la Universidad de Chile. Fue nombrada como la Directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos en 2022 y su cargo se extenderá hasta 2025. Las fechas no son un accesorio, asume después del estallido social de octubre de 2019 y cuando la pandemia por Covid-19 aun tenía a todas las chilenas y chilenos con medidas de cuidado. Antes había ocupado el mismo cargo entre 2018 y 2019 y fue reemplazada por Sergio Micco.

Posee una larga trayectoria en niñez y adolescencia, con diversas publicaciones así como perfeccionamiento profesional en políticas públicas de las materias. En 1990 fundó Corporación Opción, de la cual fue directora ejecutiva hasta el 15 de enero de 2018 cuando asumió por primera vez la dirección del Instituto.

Desde que asumió, ha declarado en entrevista con Radio Bio Bio, que «la gente no conoce sus derechos humanos, no sabe a qué nos referimos cuando hablamos de derechos humanos», explicó y al mismo tiempo puso en el centro de su función la necesidad de posicionar al Instituto como el defensor de esos derechos que muchas personas ignoran.

En cuanto a los derechos humanos de las mujeres, ¿cuál es la brecha de género que sigue afectándonos y cómo podemos acotarla?

La brecha de género, que había visto algunos tímidos avances en los últimos diez años, sufrió un agudo retroceso por la pandemia del Covid – 19. Este es un retroceso del que todavía no podemos recuperarnos. Esto ya fue detectado por la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de Estados Americanos (OEA), que en 2020 señaló que la emergencia sanitaria estaba causando impactos específicos a las mujeres y profundizando desigualdades existentes, tanto al interior de los hogares como fuera de ellos.

Más mujeres perdieron sus empleos durante la crisis y muchas de ellas todavía no los han podido recuperar. A eso se añade que somos un grupo que históricamente ha tenido problemas para ingresar al mercado laboral, en condiciones de una significativa brecha salarial.

Los efectos de estos obstáculos se pueden aminorar si es que el Estado, por ejemplo, elabora políticas y planes destinados a incentivar y fortalecer la contratación de mujeres en empleos formales. Además, el Poder Ejecutivo debiera desarrollar un sistema nacional de cuidados, con una atención que se especialice en niños, niñas, adolescentes y también en personas mayores, con el fin de reducir la carga del trabajo doméstico que afectó en mayor medida a las mujeres durante la pandemia.

¿Cuál es su diagnóstico actual de los derechos de las mujeres en Chile?

Aquí no puedo sino recodar el diagnóstico que realizó en marzo de 2018, el Comité de las Naciones Unidas para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer en su Séptimo Informe Periódico. Es decir, detectó una serie de anomalías en una época en que no éramos sacudidos por el Covid–19. Todavía carecíamos de una definición legal completa de las formas de discriminación contra las mujeres.

Más aún, ese informe, que es de hace cinco años, llamaba a superar una cultura machista y los estereotipos discriminatorios sobre el rol de las mujeres en la familia y la sociedad. Hay muchos derechos que pueden estar documentados, y reconocidos por nuestro país en los tratados que ha ratificado, pero a las mujeres en la práctica no les son reconocidos porque muchas de las instituciones que debieran encargarse de asegurarlos o no cuentan con programas para aplicarlos o están dominadas por hombres quienes son refractarios a este tipo de modernizaciones.

¿Se ha encontrado con resistencias cuando plantea el tema de la igualdad de género? ¿Cómo la trabaja?

Aquí quisiera transmitirle una prevención. Muchas de quienes nacimos en el siglo XX crecimos y nos educamos en un sistema que solía rechazar cualquier plan que significara un avance real en los derechos de las mujeres. Fuera con el uso del humor o mediante el silencio, el hecho de que ese ambiente poco abierto a la igualdad de género nos fue acostumbrando a que cualquier éxito, por pequeño fue fuera, se celebrara como un gran logro. Más aún si tomamos en cuenta que durante 17 años de ese siglo en Chile estuvimos dominados por una cultura dictatorial, que concedía al hombre todo tipo de facultades e imaginaba a la mujer, en el mejor de los casos, desempeñando funciones menores en una oficina. Entonces, ese ambiente nos fortaleció para no bajar los brazos cuando aparecen las dificultades.

Estamos en otro siglo, pero sigue habiendo resistencia a los cambios que se deben impulsar. ¿Cómo se trabaja? Siendo persistente, documentándose, viendo cómo se abren oportunidades donde quizás otros no las ven.

 

Las fotos son del sitio del INDH y de La Tercera

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